La protagonista, 1. Andrea,
llegó a Barcelona en tren proveniente de casa de su prima Isabel (familiar
de parte de su padre), sola y de madrugada. Quedó impresionada por lo que veía
desde la Estación de Francia y lo que respiraba. Veía el mar de fondo, la
multitud; olía el olor marino. Cogió un taxi. Mientras iba subida en el coche,
observaba conmovida el paisaje de la plaza de la Universidad. Llegó al lugar
donde le pidió al cochero: la casa de sus parientes (de parte de su madre) en
la calle Aribau. Miraba los balcones, uno era el de casa de sus parientes.
Subía las escaleras del edificio
extrañada porque no se las imaginaba tan estrechas y desgastadas. Llamó a la
puerta y después de un rato le abrió una viejecita en camisón. Pensó que se
había equivocado de puerta pero no, era 2. su abuela. Andrea le dijo que
era su nieta porque antes la abuela se confundió por otra mujer, Gloria (la
mujer de Juan, ahora se explicará). Entró y apareció un hombre en pijama, 3.
su tío Juan, alto y con heridas en la cara, que le dio palmadas en el
hombro. La abuela ya se dio cuenta que era su nieta y le abrazó. No la soltaba.
Andrea vio a varias mujeres dentro
de la casa que le daban miedo. Una de ellas era la criada, 4. Antonia,
vestida de negro y acompañada de un perro. Detrás de ella estaba 5. Angustias,
su otra tía que vivía en aquella casa, muy alta, con bella cara pero a la vez
oscura y estrecha. Ella recomendó a la abuela que dejase a la joven de
abrazarla y le dijo a Andrea que le había hecho plantón al haber llegado tan
tarde.
Andrea estaba cansada y Juan le
pidió a la criada que le preparase la habitación. Juan aprovechó para presentar
a su mujer, 6. Gloria, de cabellos rojizos, cara blanca, flaca y joven.
Se saludaron, se abrazaron y mientras lo hacían, Gloria le preguntó si tenía
miedo. La protagonista lo pensó y no lo dijo, ella tenía miedo de ver a esos
conocidos desconocidos. Todos se fueron a dormir menos Andrea que prefirió ir a
ducharse con agua fría, creía estar sucia después del viaje que se había
pegado. El baño estaba lleno de manchas y de telarañas. Había mucha humedad. Siempre
procuraba no tocar la suciedad. Se sintió aliviada. Después de ducharse, se fue
a dormir. En esa habitación, que se suponía que era el salón de casa, había un
piano, cuadros, un escritorio chino, otros muebles… El salón estaba iluminado
por una vela, no había bombillas. Recuerda que la abuela le dio las buenas
noches y le informó que ella nunca dormía, siempre andaba por casa por si
pasaba alguna cosa.
Cuando se propuso dormir, entró un
olor a gato. Andrea fue a abrir una puerta para tranquilizar el ambiente la
cual comunicaba con un patio, una galería. Desde allí, ella pudo ver las
estrellas, le vinieron ganas de llorar por recordar a sus viejos amigos. No
supo cómo pudo dormir ese día, porque estaba llena de temblores por el terror
que sufría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario